sábado, 27 de abril de 2013

Cisterna.



- ¡Calla y arregla de una vez la cisterna del váter, que gotea! –Le recriminó ella desde la cama.

- ¡Enseguida corazón, pero antes tengo que arreglar las cañerías! – Dijo él, bajando la tapa del váter y tirando de la cisterna.

-¡Ves otra vez está goteando y no me deja dormir!. Dijo entre sueños

-Voy tesoro. Bueno ya está, a que ahora no gotea. –Respondió el, después de cerrar la llave de paso de la cisterna. Y pensando para si dijo: “Tengo que arreglarla antes de que se despierte mañana. Sino seguro que me mata.

Pero se quedó dormido y al despertar se dio cuenta de que no lo había arreglado. Y la vio a ella con los brazos en jarra y con cara de pocos amigos...


© M. D. Álvarez          
 

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