viernes, 24 de febrero de 2012

Hotel de mala muerte.


            Aquel niño era yo pero no me reconocía reflejado en aquel espejo, desconchado de ese antro  perdido de la mano de Dios.

            Ni siquiera sabía como había llegado hasta allí, ni que hacía en aquel lugar y mucho menos, por qué estaba manchado de sangre.

            Hasta que me di la vuelta y me vi tirado en la cama con un tiro en la cabeza. ¡Que  ironía. Morir en aquel hotel de mala muerte!


© M.D.Álvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario