miércoles, 8 de febrero de 2012

El hombre del saco.


No podía dormir y sabía por qué aunque no quería reconocerlo. Estaba cansada de oír siempre lo mismo:

“Tienes que acostarte temprano y dormir ocho horas seguidas. Si no, vendrá el hombre del saco y te llevará”.

Tantas veces me lo dijeron que me pasé todas las noches en vela, para ver si era verdad. No os lo imaginaréis. ¡Y tanto que era verdad! En una de esas noches oí ruidos en mi habitación. Era él, el hombre del saco que venía a por mí. No sé que ocurrió después porque del cansancio acumulado me quedé dormida.

© M. D. Álvarez

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