domingo, 4 de marzo de 2012

Las Vegas.


Las cuatro de la mañana y aún no había podido cerrar ojo. Me di la vuelta en la cama y la vi por primera vez. Era la criatura más hermosa que he tenido delante en lo que llevo de vida.

Pero ¿qué hacía en mi cama? Fue entonces cuando me di cuenta:

¡Si esta no es mi cama!

El como había llegado hasta allí era un misterio. No recordaba haber bebido ni una gota de alcohol pero ¡vaya usted a saber! Eso de la memoria es un autentico enigma.

Ella se dio la vuelta y me acarició la mejilla diciéndome: ¿Qué tal has dormido? – Con su sonrisa picarona y mostrándome un pedazo de sortija parecía una inocente niña de 10 años

Caí en la cuenta. Me había ido de vacaciones a las Vegas y en una noche loca de juerga me había casado.

Pero no importaba ya que era la mujer más extraordinaria  y estaba casada conmigo.¡¡Al menos de momento!! Ya veremos si sigo pensando lo mismo cuando la conozca mejor…

© M. D. Álvarez

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