Relatos

domingo, 21 de diciembre de 2025

Atisbo de cordura.

Increíble pero cierto, su primera transformación después de ser atacado por aquel espantoso hombre lobo fue verdaderamente aterradora y oscura. 

Sintió cómo todos sus huesos se rompían y su piel se desgarraba para dejar salir a un espeluznante hombre lobo, y todo ello en presencia de su pareja, que asistía aterrada a la transformación de su novio. Antes de completar su transformación, tuvo la cordura de encadenarse a la viga más recia del sótano. Cuando su transformación concluyó, de su naturaleza humana solo quedaban sus enigmáticos ojos azules.

Ella lo observaba entre aterrada y sorprendida; las heridas que recibió de aquel dantesco licántropo podían haberle costado la vida; sin embargo, cicatrizaron en dos días. A la mañana siguiente, ella se despertó en el sótano frente a su novio, que la observaba entre sorprendido y alterado.

—¿Por qué estoy encadenado? —preguntó con impaciencia.  

—¿No recuerdas nada de lo que pasó ayer por la noche? —preguntó ella, recobrando la determinación..

—No, ¿te ataqué?, preguntó él con cara de circunstancia.  

—No, mi vida, tú no me atacaste, dijo ella, quitándole las cadenas.  

—Y entonces, dijo él, frotándose las muñecas:  

—¿Recuerdas lo que te sucedió hace un mes?, preguntó ella.  

—¿Te refieres al día en que aquella criatura casi me mata?, dijo él, recordando con estupor.  

—Sí, esa misma. Al parecer, cuando lo derrotaste, después de que te atacara, su sangre entró en tu torrente sanguíneo y te ha transformado en un ser híbrido entre hombre y lobo. Pero tuviste la cordura suficiente como para encadenarte a la biga más recia del sótano. Tu esencia humana comprendió que, si no podías controlarte, por lo menos evitarías hacer daño —dijo ella, besándolo con suavidad..

M. D. Álvarez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario