Relatos

jueves, 14 de agosto de 2025

Estado de profunda inconsciencia.

"Hablele", dijo el médico. "Si oye su voz, se tranquilizará en su estado de profunda inconsciencia."

Ava no las tenía todas consigo; lo amaba y aquel accidente lo dejó en estado de coma. No estaba segura de que la oyera.

Él seguía perdido en un lugar oscuro y aquel pitido lo intranquilizaba hasta que oyó su voz tranquilizadora. Era como si su voz lo calmara. Escuchó atentamente y se dio cuenta de que le estaba leyendo el libro que él le regaló, una lectura hermosa y florida que su voz meliflua deslizaba a sus oídos y penetraba en su subconsciente. 

Ella se percató de que había movido la mano y se lo comentó al doctor, que raudo observó que las pupilas estaban reactivas; estaba saliendo de su estado de profunda inconsciencia.

M. D. Álvarez 

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